Monday, November 06, 2006

I hope you don't mind that I put down in words...

Cuando me enamoré por primera vez tenía 12 años y estaba en el octavo grado. Él era mi mejor amigo, nosotros nos conocíamos de todos los grupos de música de la escuela, ya hacía más de dos años que conocíamos. Él estaba ya en el noveno grado, (no importaba que fuera más joven que yo por un mes) y yo tenía muchísimo miedo de que alguien se enterara de que salíamos. Salimos por cuatro meses, un tiempo largo cuando eres un adolescente, en que pasamos todas las tardes juntos tocando el piano y cantando las canciones de la época de nuestros padres. Nos separamos en una manera muy dramática, en el centro de la calle en la lluvia. No podía soportar que le faltara la confianza, y me preocupaba demasiado que fuera a dañarse. Le dije que esperaba que el obtuviera ayuda con sus problemas, y él se enojó. Nos separamos y él no habló conmigo en más de un año.

La segunda vez, me enamoré otra vez de un músico, y otra vez en secreto. Era una estudiante de primer año del colegio, y él estaba en su año final, lo cual fue bastante escandaloso. Tocábamos percusión para el colegio, y por eso pasábamos mucho tiempo juntos. Salimos por un rato en mi primer año, y también una vez más cuando ya estaba en segundo año. Cuando salimos por la segunda vez, era mayor, y sabía en que entré. Creo que hay siempre una pequeña conexión entre los amores viejos, que dura mucho más después del tiempo en que están juntos, y así fue entre nosotros hasta que yo salí del país por un año. Tomamos una copa cuando volví a casa para una visita pequeña, y pasamos la noche charlando y riéndonos de todo lo que había sucedido en esos años. Me he dado cuenta que somos muy diferentes, y me pregunté cómo era posible que fuéramos íntimos por tanto tiempo.

Cuando yo volví de mi intercambio, conocí a un chico nuevo en mi escuela secundaria, a quién por supuesto le interesaba también la música. Él ya conocía mi grupo de amigos, pero yo lo odiaba por tener una novia por dos años. Durante la temporada de la banda había tiempo para conocernos mejor. No fue hasta que yo partí para la universidad, que me di cuenta de lo que lo extrañaba. Hablábamos dos o tres veces por semana, y pasábamos todo el tiempo que yo estaba en casa juntos. Dejé el país una vez más para mi semestre en Rusia, y el me escribió casi cada día. Escribía sobre su vida en la universidad en Minnesota donde asistía, y de cuánto él me extrañaba. Estábamos tan lejos el uno de la otra que no sabía qué hacer. Regresé a Pórtland después de viajar, y él vino a visitarme durante sus vacaciones, cuando por fin pudimos discutir lo todo. No fue ni bonito, ni limpio, ni muy sano, pero en mi opinión es siempre mejor saber la verdad y los sentimientos que se influyan en la situación. Desgraciadamente, él tuvo que volver a su universidad, pero afortunadamente hemos podido quedarnos amigos.

Creo que la sociedad nos enseña a adorar a otros por unas razones equivocadas. Nos enamoramos porque pensamos que con otra podemos completarnos. Queremos buscar a otro porque tenemos miedo de estar solos. Es importante que uno sepa estar solo consigo mismo antes de poder estar con otro. Pero yo sé que todos deben aprender este hecho ellos mismos también. Creo que ser adorado, y adorar son las metas más importantes de la humanidad, pero también necesitamos estar listos para cualquier cosa que vaya a pasar.

2 comments:

Sarah said...

Gracias.
Te quiero.

Jessica said...

Estoy de acuerdo contigo; uno no puede estar feliz con otra persona hasta que lo esté con su mismo.